Utilizamos cookies propias y NO utilizamos cookies de terceros, no estamos de acuerdo con la publicidad personalizada y los hábitos de navegación. Información

Metodología Botiquín para mi Ciudad

Metodología de los talleres. Recetas para desarrollar tus propios remedios.

1. Escucha:

  • en orriols: convocatoria abierta
  • en vallecas: pirámide de los deseos
  • en ceuta: construcción de mapas-miradores de la ciudad

2. Acompañamiento de las comisiones de trabajo

  • en orriols: selección de ideas y creación de grupos de trabajo
  • en vallecas: grupos de trabajo en torno a necesidades: conservas y carritos
  • en ceuta: formación de comisiones dedicadas a 4 temáticas para una ciudad más acogedora

3. Creación de los remedios en relación a los ODS / botiquín

  • en orriols: Huerto Comunitario, Radiorriols, etc
  • en vallecas: peras en almíbar, etc
  • en ceuta: un cafetín, restaurante del corazón, etc

4. Conclusiones

  • en orriols: jornada de cierre y evaluación de proyectos
  • en vallecas: presentación pública de la “despensa”
  • en ceuta: presentación pública en la universidad y la biblioteca pública

Una vez dejada constancia de nuestro posicionamiento ético y estético a la hora de abordar procesos de trabajo comunitario que busquen y posibiliten tentativas de emancipación social, y habiendo puesto de relevancia las exigencias que se desprenden de estos procesos vivos, contextuales y llenos de matices y particularidades, que dificultan el uso de recetas únicas e infalibles, vamos a recorrer ahora el camino inverso tratando de abrir el código de…


La metodología que da lugar al desarrollo del Botiquín en cada territorio es una fórmula viva que se adapta y responde a las necesidades de cada contexto. Partiendo de la escucha, y por medio de herramientas artísticas e innovadoras, identificamos las aspiraciones, necesidades y conocimientos de los vecinos y vecinas, transformándolas, a través de procesos abiertos y colaborativos, en propuestas concretas.


Así, esta manera de trabajar se puede hacer apropiable para cualquier colectivo que quiera desarrollar su propio Botiquín y dar lugar a una conversación abierta y colectiva en torno a sus propios remedios y Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en clave cotidiana.

¿Cómo se emprende este primer paso de escucha ciudadana?

La respuesta será diversa en función de la situación específica en que se encuentre el colectivo con el que vamos a colaborar en cada territorio. Así, en un momento previo al inicio de las acciones del programa, dedicamos tiempo de escucha para tener una perspectiva lo más aterrizada posible del estado de las relaciones, intereses y energías que acompañan al grupo de personas con las que nos vamos a involucrar.


De esta manera, por un lado, en la ciudad de Ceuta se diseñaron una serie de recursos plásticos -soportes de trabajo para la cocreación- a modo de útiles para facilitar el reconocimiento de las necesidades y los deseos por parte de las participantes dado que se planteaba un espacio de trabajo colectivo en el que se reunían personas con experiencias y vivencias muy diversas de la ciudad e implicadas en espacios que no contaban aún con una.


Mientras, por otro lado, en el barrio de Orriols, el proceso se vinculó al -bajo forma de asociaciones y organizaciones de largo recorrido, reconocimiento y autonomía- se abrió una convocatoria para cualquier persona o grupo de personas que tuviera ideas para mejorar el barrio y que pudieran ser desarrolladas de manera colectiva.


En Vallecas, en la primera sesión, y tras realizar una breve presentación de los participantes, sus deseos y propuestas para la despensa y el botiquín alimentario, el grupo se dividió en cuatro comisiones de trabajo dedicadas a la construcción de Las Pirámides de los Deseos, una dinámica a través de la cuál pudimos identificar las necesidades fundamentales de las vecinas y los vecinos del barrio; desde lo esencial y vital, ubicado en la base de la pirámide, hasta los deseos y cosas que nos gustaría tener para cuidarnos emocionalmente y socialmente, ubicado en la cima.


Así, a través del juego y la visualización, logramos identificar y concretar muchos de los ingredientes que sirvieron como base para el desarrollo de las siguientes sesiones.

“Conocer materiales nuevos, técnicas nuevas, modos de hacer nuevos”

Teodora, mediadora en Un Botiquín para Vallecas.


Por otro lado, el primer encuentro en Ceuta, giró en torno a la necesidad de pensar colectivamente la ciudad, preguntándonos cómo la vive cada una, atendiendo a la diversidad de maneras que tenemos de contarnos, y poniendo un énfasis especial en aquellas cosas que echamos en falta, lo que podríamos aportar y los lugares en los cuales nos sentimos acogidos/as.

¿Cómo apoyar la transformación de los deseos y las necesidades en remedios?

A partir de estos primeros pasos de escucha y de diagnóstico inicial, se procede a dar forma y apoyo a las distintas propuestas e ideas, acompañando a los y las participantes en su voluntad de generar una incidencia positiva en el barrio.


En Orriols se forman cuatro comisiones que generan distintas iniciativas: Un Barrio Humano y Acogedor, Un Barrio Ecológico, Un Barrio con Arte y Un Barrio que Sabe.


En Vallecas se crean también una serie de grupos de trabajo centrados en desarrollar y dar a conocer los remedios al barrio mediante dos herramientas: la elaboración de remedios en forma de conservas y la construcción de dos carritos móviles.


Por último, en Ceuta se crean también cuatro comisiones: Abrazo Intercultural, Aprender del Mundo, Diversión y Deporte en Ceuta y Un Mundo Unido, que se organizan en torno a diversos intereses y necesidades ligados al fortalecimiento de los lazos interculturales, el diseño de programas de formación y aprendizajes, la creación de espacios de ocio y tiempo libre alternativos, así como iniciativas dedicadas a diseñar e imaginar distintas maneras de abordar las situaciones que se viven en torno a la frontera física que divide España del norte de África.


Así, los grupos de trabajo que se constituyen gracias a la participación de las personas implicadas en los distintos territorios, se dan la tarea de traducir la experiencia y el conocimiento obtenido tras los intercambios y conversaciones que surgen en los talleres, actividades y encuentros. Una labor que deriva en la construcción de un Botiquín propio y situado, formado por aquellos remedios que responden a la voluntad e inquietudes mostradas por las participantes, y que se relacionan directamente y de forma orgánica, con la Agenda 2030 y los ODS.

“Yo creo que este proyecto nos ha aportado mucho, ya que ha dado la oportunidad de crear un espacio compartido, durante cuatro días, a varios colectivos, asociaciones y personas de la ciudad”

Lucía, mediadora en Un Botiquín para Ceuta

¿Qué aspecto tienen estos remedios?

En Orriols los cuatro ejes principales antes mencionados, dieron lugar a nueve propuestas que, en su mayoría, continúan trabajando tras el desarrollo de los talleres y encuentros del Botiquín, enriqueciendo así la vida en el barrio con iniciativas dedicadas a motivar un envejecimiento activo, la creación y mantenimiento de un huerto comunitario, formaciones energéticas dedicadas a comprender las facturas de la luz, herramientas de divulgación de los saberes del barrio y muchas más.


Mientras, en Vallecas, los remedios fueron cocinados a fuego lento, transformando las reivindicaciones de un sistema de salud pública que cuide del cuerpo y de la mente por igual en peras en almíbar, los sentimientos de empatía, solidaridad y apoyo mutuo en un pisto manchego, la creación de un barrio más limpio y verde, en una mermelada de ciruelas, y la defensa de la diversidad cultural en unos palitos de zanahoria fermentados.

“A mi me hubiera gustado que las otras despensas vinieran. Pero claro, la gente está tan ensimismada con las faltas del presente, que no ve que la solución no puede ser inmediata. Pero también lo entiendo, si tienes hambre hoy, y no tienes qué comer lo entiendo. Pero si no haces algo por cambiar esta situación vas a estar siempre con urgencia. Entonces ahí siento un poco que no supimos llegar. Y también me entristece las personas que quieren las cosas inmediatas y no piensan en el futuro”

Andrea. Vallekas.


Por último, en Ceuta, a partir de los mapas que recogieron los vínculos con la ciudad y sus posibilidades, los cuatro grupos de trabajo, centrados en distintas áreas, construyeron una serie de miradores que contenían propuestas como un centro intercultural, un supermercado del mundo donde hacer degustaciones de comida de diferentes países, un cafetín en el que poder tomar un café y estar 15 minutos en una mesa hablando con alguien al que no conoces, una biblioteca en la cual poder leer libros a otras personas en diferentes lenguas, la creación de un centro de menores para chicas y la transformación de la frontera física (la valla) entre Ceuta y Marruecos en un gran parque entre otras.

Presentación de los remedios.

Para finalizar, en cada territorio se celebró una presentación pública donde se compartieron saberes, experiencias y conclusiones. Un espacio para reflexionar sobre el futuro que queremos para nuestros entornos de vida comunitarios, y sobre la importancia de generar otras narrativas más acogedoras e incluyentes de nuestras comunidades.